Viajar de España a Italia en barco: Una experiencia diferente
Guías de viaje
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¿Te imaginas viajar a la preciosa Italia en barco? ¡Pues es más fácil de lo que imaginas! Cruzar el Mediterráneo en ferry desde España hasta Italia no es solo una forma de moverse de un país a otro, es una aventura que comienza nada más subir a bordo, y lo mejor de todo es que no tendrás limitaciones de equipaje y podrás llevar tu coche contigo, ¿un planazo no?
Muchas veces nos olvidamos de que hay medios de transporte que no el avión (y que contaminan menos). Desde España tenemos la suerte de contar con excelentes conexiones con Italia. Desde Barcelona salen ferris cada semana con destino a Génova, Civitavecchia (cerca de Roma) y Porto Torres, en la isla de Cerdeña. Tres rutas diferentes, tres maneras de empezar tu viaje a Italia relajado, disfrutando del mar y con una excelente experiencia crucero (pero mucho más barata).
En este artículo te contaremos como es la experiencia de viajar de España a Italia en ferry, así como todas las ventajas, posibilidades y consejos. Lee hasta el final y comienza tu viaje con buen pie. Cominciamo!
Como hemos comentado anteriormente, en España tenemos la gran suerte de disponer de travesías directas desde Barcelona, siendo el único puerto del país con conexiones regulares. Estos ferries funcionan como un medio de transporte cómodo y económico. Además, tendrás la gran ventaja de llevar tu coche, mascota y todo el equipaje que necesites. ¡Nada de preocuparse por las restrictivas y abusivas políticas de los vuelos!
El tiempo de los trayectos suele oscilar entre las 15 y 24 horas (dependiendo de la ruta en la que viajes). Sabemos que a voz de pronto puede parecer mucho, pero recuerda que esto no es avión, es un ferry con muchos servicios y con muchas cosas que hacer. Te hablaremos más detenidamente sobre todos los servicios y actividades que podrás encontrar en el barco entre España e Italia, así que... ¡sigue leyendo!
Si eres ciudadado español no tienes por qué preocuparte, ya que Italia es un destino europeo y bastará con tu DNI o pasaporte. Si no eres ciudadadno español, te recomendamos que consultes los requisitos de entrada y acuerdos entre tu país e Italia.

Con nuestras rutas disponibles de Barcelona a Italia tendrás la oportunidad de descubrir tres preciosos destinos italianos: Génova, Roma a (travás de Civitavecchia) y Cerdeña. Aunque todas las salidas parten del mismo punto, el destino que elijas marcará el tipo de experiencia: desde ciudades históricas en el norte hasta la calma de las islas mediterráneas. ¡Todas más que recomendadas!
La ruta en barco de Barcelona a Génova es la más recomendada si lo que te apetece es descubrir el norte del país. El trayecto tiene una duración de unas 24 horas y está operado por Grandi Navi Veloci (GNV).
Desembarcar en Génova es llegar al corazón marinero del norte de Italia. Desde el puerto, en pocos minutos podrás estar recorriendo las pequeñas calles y palacios de su casco histórico, o ponerte en marcha hacia la Riviera Italiana si tienes pensando descubrir Génova en tu viaje de vuelta.
Si viajas con coche, las posibilidades son infinitas: a menos de dos horas tienes los preciosos pueblos de colores de Cinque Terre, el glamour de Portofino o la famosa Milán.
Es una puerta ideal si estás buscando un viaje que combine mar, montaña y cultura. Recuerda que si viajas con tu vehículo tendrás vantaja!

Si lo que te apetece es un viaje a la ciudad del Coliseo y de la Fontana di Trevi... ¡Tu destino es Roma y esta es la mejor opción! La ruta Barcelona–Civitavecchia, operada por Grimaldi Lines, tiene salidas frecuentes y una duración aproximada de 22 horas y media.
Civitavecchia es el puerto más cercano a la capital italiana: desde allí puedes llegar a Roma en poco menos de dos horas por carretera o tren. El viaje en ferry te permite llegar descansado, con tu coche listo para recorrer la “Ciudad Eterna” y sus alrededores.
Si tu ferry atraca en Civitavecchia, estás prácticamente a las puertas de Roma. El trayecto hasta la capital dura poco más de una hora en tren y unas dos en coche, y es que este trayecto tampoco te decepcionará, ya que podrás disfrutar de increíbles colinas verdes y pequeños pueblos tranquilos.
Una de las grandes ventajas de llegar a este puerto es que puedes adaptar el viaje a tu ritmo. Si tu idea es pasar algunos díasen Roma, no te recomendamos que conduzcas hasta el centro de la ciudad (hay zonas de tráfico restringido, conocidas como ZTL, y pueden ser un auténtico rompecabezas si buscas ir en coche). Lo más práctico es dejar el coche en un parking, ya que en la propia ciudad de Civitavecchia hay varios que tienen servicios de larga estancia (te recomendamos consultar precios porque en algunas épocas del año pueden volverse abusivos); después podrás continuar hasta Roma en tren directo desde la estación de Civitavecchia, que te deja en el centro en unos 70-80 minutos.
De esta forma, podrás viajar a Roma con total libertad, caminando o en metro, y después volver tranquilamente al puerto para recoger tu coche y seguir tu ruta por carretera hacia la Toscana, la costa o el sur de Italia. Suena bien, ¿no?

Si estás buscando una isla con playas impresionantes y naturaleza en un mismo lugar, la ruta en ferry de Barcelona hacia Porto Torres, en la isla de Cerdeña, te viene como anillo al dedo. También operada por Grimaldi Lines, esta travesía suele durar unas 15 horas.
El ferry que llega a Porto Torres te deja directamente en una de las islas más bonitas del Mediterráneo (y con mejor gastronomía). Por si tienes dudas, te confirmamos que Cerdeña es un destino perfecto para recorrer en coche: carreteras panorámicas junto al mar, preciosas aguas con cuya agua alucinarás, playas de arena blanca y pueblos de costa de los que te enamorarás.
Desde el norte de la isla puedes explorar la zona de Alghero, seguir hacia Olbia o perderte por las montañas del interior de la isla.
Si quieres profundizar más sobre esta preciosa isla te recomendamos que eches un vistazo a nuestra completa guía sobre Porto Torres, (destino de llegada), donde descubrirás qué hacer, las mejores playas, su gastronomía y mucho más.

Viajar con tu coche de España a Italia no es solo posible, sino una de las mejores formas de descubrir el país. Nada de pensar en alquileres, seguros adicionales o preocupaciones. Además, estamos seguros de que si hay algo que odias de los vuelos, son las absurdas restricciones y tarifas extras de equipaje, bien, pues si viajes en ferry... ¡despreocúpate también de eso! Simplemente céntrate en conducir hasta el puerto, embarcar y conducir en un entorno nuevo y mágico.
Más allá de la comodidad, viajar con tu coche te permite descubrir Italia a tu ritmo, detenerte donde quieras y explorar pueblos o playas que de otro modo quedarían fuera del camino. Y si viajas en grupo o en familia, es ideal: el trayecto en ferry se convierte en parte del viaje, con tiempo para hablar, disfrutar del mar y comenzar a organizar la aventura.
¡Menudo plan! Y si tienes dudas sobre el Puerto de Barcelona... ¡no te precoupes! Hemos preparado una estupenda guía con todo lo que tienes que saber sobre el Puerto de Barcelona: como llegar, servicios, consejos, rutas y mucho más.

Uno de los motivos más atractivos para viajar en ferry entre Italia y España son sus servicios. Aunque el barco no es un curcero como tal, sí que podrás encontrar muchos servicios para tener una buena experiencia de viaje (y no son pocos). A continuación te mostramos algunos de los más populares en esta conexión:
Una de las características de este tipo de barcos pensandos para travesías largas es la posibilidad de reservar camarotes durante tu viaje. Podrás elegir entre camarotes privados, desde interiores hasta suites, o viajar en una butaca reclinable si prefieres viajar más barato. Los barcos están equipados con restaurantes (buffet y carta), cafeterías y tiendas para souvenirs o productos básicos. En algunos casos, también encontrarás zonas exteriores como terrazas donde podrás dar un paseo, ideales para estirar las piernas y tomar algo de aire.
Si buscas un momento de relax, muchos barcos también tienenspa, sauna, jacuzzi, salas de masaje y gimnasio, perfectos para desconectar mietras viajas.
Si viajas en ferry con niños o con grupo el ferry también también es una buena opción. Podrás encontrar zonas de juego infantiles, camarotes contiguos o mesas en cafeterías para poder pasar el viaje juntos. Ese ambiente hace que las horas pasen sin darte cuenta. ¡Ya nos contarás!
Si quieres viajar a Italia pero no dejarte a tu peludo en casa, tienes buenas noticias. Los ferris disponen de camarotes aptos para mascotas además de zonas designadas para mascotas.
Sin embargo, tienes que tener en cuenta que hay ciertos requisitos para viajar con mascotas, como son el microchip, pasaporte europeo de mascotas y las vacunaciones al día.
También cuentan con instalaciones accesibles, rampas, ascensores y camarotes adaptados para personas con movilidad reducida. Es importante que indiques estas necesidades al hacer la reserva.
Si te preocupa la conexión a Internet... ¡tenemos la solución! Podrás encontrar Wi-Fi de pago a bordo, suficiente para mensajes, mapas o navegación básica. Si prefieres desconectarte, el viaje lo invita: leer un libro, mirar el mar sin prisa o simplemente dejar que el tiempo fluya. ¡Te aseguramos de que planes no te faltarán en este viaje!
Si embarcas con coche, puedes llevar todo lo que necesites dentro de tu vehículo sin preocupaciones. Si vas como pasajero a pie, puede que tengas más limitaciones, pero serán mucho menos que en avión. Eso sí: mientras el barco avanza, no puedes acceder al garaje, así que lleva en una mochila lo esencial para la noche.

Viajar de España a Italia en ferry es mucho más que cruzar el mar: es tomarte el tiempo de viajar sin prisa, con el Mediterráneo como compañero y la emoción de saber que, al otro lado, te espera Italia.
Si planeas llevar tu coche, recuerda reservar con algo de antelación, sobre todo en verano. Llega al puerto con tiempo, ten a mano tu documentación y lleva una pequeña mochila con lo que vayas a necesitar durante la travesía.
Por lo demás, deja que el viaje fluya. Disfruta del mar, del silencio, del amanecer en cubierta. Porque en el fondo, este tipo de viajes no se miden en kilómetros, sino en momentos.