¿Qué es la huella de carbono?

Nuestra huella de carbono mide la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero, dióxido de carbono equivalente (CO2e), generadas por nuestras acciones. Con el empeoramiento de la situación climática, se vuelve aún más importante considerar nuestras elecciones, su impacto en el planeta y cómo podemos reducir nuestra huella de carbono.

¿Cómo reducir tu huella de carbono?

La industria de los viajes representa aproximadamente el 8 % de las emisiones globales de carbono**, por lo tanto, optar por viajar de forma ecológica puede tener un impacto significativo en tu huella de carbono. Afortunadamente, hay muchas formas de reducir la huella de carbono de tus viajes.

Si estás planificando viajar por Europa, puedes reducir significativamente las emisiones de carbono de tu viaje cogiendo un ferri en lugar de un avión. Según el DEFRA (Departamento de Energía, Alimentación y Asuntos Rurales), un solo pasajero que viaje en un ferri producirá solo 19 g de CO2e por kilómetro en comparación con los 154 g del pasajero promedio de un vuelo de corta distancia, es decir, una reducción del 88 % de la huella de carbono del viaje.

Los viajes en coche, en distancias relativamente cortas, son más sostenibles que los viajes en avión; sobre todo si se prefieren los vehículos eléctricos. Por ejemplo, una familia de 4 personas que está planificando viajar de Madrid a Palma de Mallorca puede conducir hasta Valencia en un automóvil eléctrico promedio y coger un ferry en lugar de volar directamente. De esta manera, la familia habrá reducido su huella de carbono de viaje hasta un 85 %. Incluso en un coche de gasolina estándar, la misma familia de 4 personas habrá reducido su huella de carbono de viaje hasta un 59 % haciendo un viaje en coche a Palma.

¿Qué es el slow travel?

Durante años, la última tendencia en los viajes ha sido recorrer tantos países como sea posible en busca de nuevas experiencias y destinos para tachar la lista de lugares a visitar. De todas maneras, nace el concepto de 'slow travel' en respuesta al impacto del turismo en las comunidades locales y en el medio ambiente.

Los viajes lentos, o el slow travel, alientan a los turistas a tomarse las vacaciones con calma, eligiendo medios de transporte más lentos, como ferris y trenes, permaneciendo más tiempo y sumergiéndose en la cultura local.

Elegir reducir la cantidad de vuelos que tomamos cada año no significa que no podamos seguir viajando. Por el contrario, combinar un viaje en automóvil o tren con un ferri es una forma fantástica de ver más del mundo, crear una experiencia de viaje que tenga un impacto más emocional y actuar sobre la crisis climática.